El hostel del fin del mundo. Vive el ahora en el mejor lugar.
DOS AMIGOS, UN HOSTEL Y UN DESTINO.
Es la prueba de que el destino existe.
Y que de un cruce de caminos nacen las mejores historias.
Como la de Sergio y Felipe.
Dos personas que empezaron trabajando juntas y acabaron siendo amigos del alma. Dos compañeros de viaje a quienes no separaba la edad. Sino que les unían los sueños.
Es el sueño que ambos persiguieron durante 11 años. Sin miedo, sin frenos, sin flaquear.
Cuando se hizo realidad, a Sergio ya no le quedaba tiempo.
Pero dondequiera que esté, seguro que sonríe y piensa que es cierto lo que dicen. Cuando deseas algo de corazón, los planetas se alinean. Y todo sale bien.
Y el de todos los que entendemos que somos el tiempo que nos queda y, por eso mismo, solo queremos una cosa:
VIVIR.
Un refugio donde todo significa, gracias a muchas personas predestinadas a coincidir.